viernes, 29 de abril de 2011

Correr al Fiscal, ¿y después?

Fiscal: fuente Zocalo

De manera cíclica regresamos al mismo punto, pero con un grado más de deterioro. Tampoco hay nada en el ambiente que asegure que no se puede degradar más la situación. Así, no hay sector en la sociedad lagunera libre de los embates de la criminalidad durante los últimos años.
El aberrante episodio ocurrido hace unos días, volvió a conmocionar a la ciudad y ahora el reclamo de un grupo de empresarios repartió las responsabilidades a los tres ámbitos de gobierno. Pidieron la cabeza del Fiscal del Estado, Jesús Torres Charles, y exigieron una solución expedita del crimen. De no cumplirse las exigencias, advierten en un desplegado publicado en la prensa, se tomarán las “medidas pertinentes”. Una de esas medidas es la de suspender el pago de impuestos y contribuciones al gobierno.
Pero vamos a suponer, el gobierno del estado accede a la demanda de los empresarios y corre al fiscal. ¿Eso resuelve la eficiencia de las policías en las calles? O acaso el despido fiscal ¿va a generar una disminución de los asesinatos en las calles? Más que la persona al mando, está el entramado que sostiene a la institución de seguridad. Poco vamos a ganar si despiden al fiscal, porque al fin el acto no resuelve los problemas en las calles. ¿O acaso un nuevo fiscal haría la diferencia? ¿Por qué no se demanda una depuración en el sistema de justicia?
La exigencia de seguridad por parte de los empresarios no es interés de un sector de la sociedad, porque la criminalidad ha demostrado a un precio muy alto, que no respeta clases sociales, ni poder económico o influencias políticas. Por un momento dejemos de lado esas diferencias. Al final el riesgo de perder la vida es para cualquiera. Hay pocos que tiene nombre y entonces, la tragedia se personaliza y detona en la opinión pública. Pero ¿qué sucede con los anónimos que sin medios ni recursos se diluyen en la horrorosa cifra de 35 mil asesinatos?
Están los muertos y también los desaparecidos que se cuentan por miles. El hecho es tan grave, que el Senado acaba de aprobar un dictamen de una iniciativa para conformar un registro nacional de desaparecidos.
Por estos días hay acusaciones y divisiones entre grupos, culpabilidades y propuestas desesperadas, pero lo que no encuentro es una unidad clara en relación a preservar la vida de las personas. ¿Cuánto más necesitamos para reconocer esto?
 Milenio 29 de abril 2011

Siempre no


Semana intensa para los diputados y senadores. Pero más allá de “esfuerzo” individual de los legisladores, la semana es clave para la vida pública del país. Ya sea por lo que se apruebe o se deje de aprobar, la semana marcará el rumbo de los próximos años.  Así, una fila de asuntos se acumula en la Cámara de Diputados. Ninguno es menor y cada uno refleja una problemática específica en el ámbito laboral, en la seguridad pública o en la política misma. 
Estoy seguro de que esas iniciativas no son la panacea, pero también ya es hora ajustar la relación laboral en México a las condiciones actuales. Igualmente en el tema de la seguridad, ya es hora de regular la presencia del ejército en la calles. No es una cosa menor, porque en ello también va la vida de las personas.
A unos días de concluir el periodo legislativo, se abre la posibilidad de avanzar en la materia. Sin embargo, el tiempo de los políticos (así en plural), es uno muy distinto al de los ciudadanos, y por lo tanto, al del país. Por ejemplo, para el dirigente nacional del principal partido que lleva las riendas de la mayoría en la Cámara, la reforma laboral puede esperar, al fin no hay prisa. Ni tampoco importa que la productividad de un trabajador mexicano esté por los suelos.
Aunque se mande de pretexto a las elecciones o incluso se culpe a Peña Nieto, no entiendo la “lógica política” cuando el PRI echa abajo su propia propuesta. Lo que hace unos días parecía un feliz consenso sobre la reforma laboral, hoy naufraga en la Cámara y nos dicen que siempre no. Pero ¿Qué pasa con el trabajo realizado? ¿Dónde queda el tiempo y dinero invertido? Todo parece indicar que el esfuerzo y el tiempo se pueden perder sin ningún reparo, sin ninguna consecuencia, aún cuando los responsables tienen nombre y apellido. A nivel individual esto se minimiza, pero a nivel social sí hay una pérdida por lo que dejan de hacer los legisladores. El costo de bienestar social es alto cuando el trabajo realizado no encuentra un cauce productivo. En esos términos, hay una falta de seriedad y por lo mismo, de responsabilidad en el Congreso.
Por el contrario, en el Senado ya avanzó por unanimidad de los partidos la reforma política, agréguele los calificativos que se quiera, pero el dictamen ya avanzó. Va un tema tabú como la reelección de legisladores. También las candidaturas ciudadanas, la iniciativa y la consulta popular. Faltan otros como la reducción del congreso, la reelección de alcaldes, la segunda vuelta. Al final, me quedo con la sensación de que tenemos mucho congreso y muy pocos resultados. 
Milenio, 27 de abril 2011

domingo, 24 de abril de 2011

Torreón, la intolerante


Sí, nuestra ciudad es intolerante, en especial hacia las minorías religiosas, sobre todo, cuando no se profesa la religión mayoritaria, es decir, la católica. La afirmación no proviene de una apreciación personal, sino del resultado de la más reciente Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010 (Enadis).  El dato no es trivial, ni es una simple estadística. Las tres ciudades con mayor intolerancia hacia las diferencias y las minorías religiosas son en primer lugar León (52.4%), Toluca (50.5%) y Torreón, donde 47.4% de la población declara su rechazo hacia las minorías religiosas.
Reparo en dos puntos: hace años nos sorprendió Chiapas por sus conflictos violentos entre católicos y cristianos, pero la discriminación urbana que hoy se mide, no es, ni debe ser desestimada. El otro punto desnuda la ingenuidad con la que percibimos a nuestra ciudad, incluso no ha faltado la invocación anacrónica de ciertos valores del pasado para resaltar superficialmente pluralidad y tolerancia. Si comparamos ese 47.4% de rechazo en Torreón con la media nacional, 24.2%, observamos la dimensión problema. ¿Qué pasó entonces? A la luz de estos datos hacen faltan explicaciones acerca del cambio y las tendencias sociales que incuban problemáticas más profundas. ¿Hay duda de que Torreón es una ciudad conservadora?
Por ejemplo, en otros ámbitos de la vida nacional, la homofobia es pan de cada día en la mitad de la población. En algunos estados, y gracias a las buenas labores de la Procuraduría General de la República, las minorías homosexuales han ganado derechos en las instituciones, no así todavía en el imaginario de muchos mexicanos que son intolerantes ante las diferencias sexuales.    
Sin necesariamente mostrar una correlación con el fenómeno de la intolerancia religiosa o sexual, de acuerdo con la Enadis, Torreón (42.5%), Monterrey (36.5%) y Juárez (35.9%) son las tres principales ciudades del país donde sus ciudadanos temen ser víctimas de la violencia causada por el narcotráfico.  En contraste, las personas de la ciudad de México (42.4%), León (41%) e igualmente Toluca temen ser víctimas del robo con violencia. 
Finalmente, los nuevos datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación son similares a los encontrados en 2005: somos “una sociedad con intensas prácticas de exclusión, desprecio y discriminación hacia ciertos grupos”, además de “que la discriminación está fuertemente enraizada y asumida en la cultura social, y que se reproduce por medio de valores culturales”. ¿Usted reconoce o se reconoce en estas prácticas?
24 de abril 2011, Milenio
http://impreso.milenio.com/node/8948319

sábado, 23 de abril de 2011

La saga liberal


Foto: El Uniiversal

A finales de marzo se presentó en Torreón el extenso libro “Los Madero. La saga liberal”,  realizado por el historiador saltillense Manuel Guerra de Luna. El libro fue presentado por José María González Lara, además del estimado y omnipresente Salvador Hernández Vélez.  
Bajo el sello editorial Siglo bicentenario, el libro se publicó en 2009, con el notable antecedente de haber ganado el premio de historia Atanasio G. Saravia que otorga Banamex.
El trabajo de Guerra sobre los Madero tiene el enorme y paciente mérito de haber trabajado con más de una docena de archivos público y privados. Esto le permitió al autor no sólo profundizar en el conocimiento del norte de México a través de la familia Madero, sino ofrecer datos nuevos, y en consecuencia, ampliar la brecha del conocimiento sobre el pasado de Coahuila, Nuevo León y Texas. Entre los felices hallazgos, en su afán de “resucitar muertos y notables episodios de vida”, se encuentra la serie de volúmenes que comprende el Diario de Debates del Congreso de Coahuila entre 1824 y 1835. Y como sucede a quienes investigamos y escribimos historia, parecía un regalo de Dios el hallazgo documental.
Bajo un enfoque regional, Guerra se propone hacer una historia del noreste de México, y para ello, la familia Madero es la columna vertebral de la narración. La raigambre parental y los lazos familiares permiten explicar a Guerra Luna una historia más amplia y compleja detrás de la familia Madero, la cual se remonta al siglo XVIII. De esta manera bisabuelo, abuelo, padre y algo del nieto se entremezclan en una historia que transita por varios caminos: la genealogía y la historia familiar; la empresa y la historia económica de una región conformada por Coahuila, Texas, Nuevo León y Tamaulipas; y finalmente el camino de la política.
La trayectoria familiar que recorre esta historia va de Francisco Madero Gaxiola (bisabuelo), Evaristo Madero Elizondo (abuelo), José Francisco Madero Hernández (padre) y finalmente el hijo, Francisco I. Madero González.
Cuando leí el libro de Guerra, recordé nuevamente la grandeza de esos hombres reacios, valientes y visionarios que no dudaron en dar la vida por establecer lo que ahora es el noreste. Por ejemplo, la constante sensación de inseguridad por el inminente e impredecible ataque de los indios durante la colonia y ya bien entrado el siglo XIX, forjó sin duda el carácter de nuestros bisabuelos norteños. En 1822, uno de esos pioneros, José Francisco Madero escribió sobre el terrible ataque de los comanches a Monclova: 
por doquiera que se volvía la vista, no se encontraba otro espectáculo que el de la miseria, el del extermino y de la muerte”.
Está claro que en el presente hemos olvidado lo que costó en esfuerzo y vida poblar, o más bien civilizar el territorio norteño. Al mismo tiempo, estamos lejos de aquel temple y carácter, (hoy le decimos liderazgo), para abanderar grandes empresas, por muy difíciles y desalentadoras que parezcan. A propósito de estos días de guardar, considero que la lectura del libro de Guerra también contribuye a la reflexión desde el pasado, sobre el duro presente que vivimos nuevamente en el noreste mexicano. Para los norteños hay historias que no debemos olvidar, y esta es una de ellas.
22 de abril, 2011, Milenio



Elogio de Paz



Ayer fue el aniversario luctuoso del poeta Octavio Paz. En la víspera de los días de guardar, retomo algunas líneas anotadas en la magnífica edición de sus obras completas (publicadas por el Fondo de Cultura Económica). Los fragmentos provienen de la prolífica obra de Paz como ensayista. A manera de elogio y recuerdo transcribo algunas líneas.
“Nuestro irreflexivo culto al progreso y los avances mismos de nuestra lucha por dominar a la naturaleza se han convertido en una carrera suicida”.
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“Las minorías son rebeldes; las mayorías, revolucionarias”.
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“El diálogo, que es la forma más alta de comunicación que conocemos, siempre es un afrontamiento de alteridades irreductibles”.
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“El mal no viene de fuera: viene de nosotros mismos”.
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“Escribir, para mí, ha sido cultivar uno de mis placeres favoritos: la conversación. Cuando escribo converso conmigo mismo, esa persona que es mi diario interlocutor y un desconocido”.
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“Como toda creación humana, el poema es un producto histórico, hijo de un tiempo y un lugar; pero también es algo que trasciende lo histórico y se sitúa en un tiempo anterior a toda la historia, en el principio del principio”.
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“Los «poetas malditos»  no son una creación del romanticismo: son producto de una sociedad que expulsa aquello que no puede asimilar.
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“La conciencia nace no con el descubrimiento del yo sino del otro y de los otros”.
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“El hombre es un animal político y un animal metafísico”
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“Toda escritura convoca a un lector”.
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“No hay despotismo más despiadado que el de los propietarios de la verdad”.
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“Si la historia es una pieza de teatro, hay que confesar que no tiene ni pies ni cabeza”.
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“Al leer interpretamos un texto, lo desciframos y, en una palabra, lo recreamos; la televisión ahorra el trabajo de la interpretación y suprime el placer de la reinvención”.
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“México es un pueblo que se ha distinguido, en su vida pública, por la pasividad oscilante entre el estoicismo y el nihilismo”.
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“El amor y la política son los dos extremos de las relaciones humanas: lo público y lo íntimo, la plaza y la alcoba, el grupo y la pareja”.
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“Y, ya lo sabemos, para volver hacia nosotros mismos es necesario salir y arriesgarse”.
20 de abril, 2011 Milenio

domingo, 17 de abril de 2011

¿Coahuila igual a Chipre?



Bien dicen que las comparaciones son odiosas, pero también necesarias. A la luz de los otros, podemos dimensionar, medir, competir. Desde luego también complementamos y ganamos juntos. En esos términos funcionan las economías. Así, por más aisladas o lejanas que parezcan hay valores en común que las hacen comparables.
A través de un modelo econométrico, el Centro de Investigación para el Desarrollo ha desarrollado desde hace varios el Índice de Productividad México. Gracias a esta herramienta la productividad de las economías de los países, las regiones o incluso las ciudades, pueden ser equiparables a nivel mundial. Bajo series históricas calcularon la eficiencia de insumos como trabajo y capital dentro del llamado proceso productivo.
En nuestro país las tres entidades más productivas son Nuevo León, Estado de México  y Coahuila. Por el contrario, las más atrasadas son Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Está claro que México es muchos “Méxicos”. Tenemos franjas notablemente desarrolladas, más cercanas a economías desarrolladas, pero también conviven zonas ampliamente subdesarrolladas, similares a países africanos. De ese tamaño los contrastes, las abismales diferencias.
La productividad se compone de diversos factores como la educación, la dimensión de las empresas, la infraestructura, el crédito, la tecnología, la seguridad y el tamaño del sector informal. En éste último punto, es notable la siguiente correlación: A menor informalidad se propicia una mayor productividad. Estados con altos niveles de informalidad como Oaxaca, Tlaxcala, Morelos y Guerrero presentan bajos niveles de productividad.
Al comparar la productividad laboral de los estados con los países del mundo, Cidac encontró que un trabajador en Guerrero produce lo mismo en el mismo tiempo que uno en el país africano Namibia. Un trabajador en el Distrito Federal tiene una productividad laboral parecida a la de un portugués. 

Coahuila por su desempeño se parece a la isla de Chipre. La productividad de un trabajador coahuilense representa el 69% de la productividad de un trabajador en Jeolla Corea, el 39% en Lombardía Italia y el ¡25%! de un trabajador en Delaware EUA. Por mucho, el sector más productivo en Coahuila es el manufacturero concentrado en la región sureste (Saltillo-Ramos).  Entre 2004 y 2009 los sectores que más retrocedieron fueron los servicios profesionales (-27%) y lo servicios financieros (-43%). En este sentido, el INEGI ha registrado que en 2010 más de ocho mil empresas suspendieron actividades en el estado. A pesar de la crisis, el estado ha mantenido altos niveles de productividad, aunque estos son muy variados por regiones.  

Si vemos a Coahuila de manera segmentada, la región más productiva es la zona sureste. Ahí cada persona ocupada produce hasta 1 149 pesos; la región centro desierto en Monclova produce 887 pesos; La Laguna 652 pesos; la región carbonífera 415 pesos; y la región fronteriza 296 pesos. 
Más allá de una cara sonriente ¿qué proponen nuestros silenciados candidatos a gobernador para equilibrar estas diferencias?

Índice de productividad México

Por acá el Índice de productividad México


sábado, 16 de abril de 2011

¿Cuánto vale un mexicano?



Lector no apresures tus juicios. La pregunta no tiene que ver con moral. Se refiere más bien al valor económico y su peso en el mundo globalizado. Retomo el tema porque recientemente acabo de leer el extenso reporte del CIDAC, “Hacerlo mejor, índice de productividad México”. El índice ofrece un análisis de cómo ha evolucionado la productividad en el país y realiza comparativos con otros países. También calcula, y esto es sumamente útil, la eficiencia de la productividad en los estados. Dos preguntas resumen el estudio: ¿Qué tan bien lo hace México frente al mundo? ¿Quién lo hace mejor en el país?

En las últimas dos décadas el país ha crecido poco y su economía parece estancada. Esto se ha reflejado en la productividad. Entre 1991 y 2009 la tasa acumulada de producción de un trabajador mexicano alcanzó apenas 2.1%  en los últimos ¡18 años! En ese mismo periodo Corea del Sur creció 82%, Irlanda lo hizo en un 64%, nuestro vecino Estados Unidos avanzó 34%, Portugal 34%, Japón 31%, Alemania 27%, Francia 26% y España 22%.   
Dicho en otras palabras, ¿cuánto vale un mexicano? Se necesiten cinco mexicanos para producir lo mismo que un irlandés. Igualmente, un australiano puede producir lo mismo que cuatro mexicanos, y tres mexicanos producen lo mismo que un español. Donde hay una productividad alta, hay también un incremento sustancial en el nivel de vida de las personas.
El estudio presentado esta semana, nos señala la salud de las economías, en tanto ingresos reales, tasas de interés, inflación, competitividad, utilidades de las empresas e incluso los precios de las acciones en la bolsa. Esto parece complicado, pero en realidad refleja en lo individual, el bolsillo de las personas y la calidad de vida en relación a su trabajo.
Con los números en la mano, CIDAC nos advierte: “Mientras no seamos capaces de ser más productivos estaremos condenados a una economía que no crece; y esto hace imposible que resolvamos nuestros problemas más apremiantes −como la pobreza o la inseguridad. Si el desarrollo es el fin último en la búsqueda del bienestar social, la productividad es una condición necesaria y, en algunos casos, suficiente para lograrlo”.
Si en lo general productividad es hacer más con lo mismo o lo mismo con menos, ser productivo es hacerlo mejor. En México, concluye el informe, no lo estamos haciendo mejor.
¿En todo esto cuál es la contribución de los políticos para generar condiciones que favorezcan el ambiente productivo del país? La bancada priista propuso una flamante propuesta de reforma laboral (que desde luego no toca a los sindicatos). Cuando las cosas parecían avanzar, Francisco Rojas, coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados, frenó la iniciativa bajo el argumento de que había cuestiones  “no acabadas”. Quizá hasta septiembre se vuelva a tocar el tema. Lo de menos: el país puede esperar, y la productividad también.    
15 de abril de 2011

miércoles, 13 de abril de 2011

Resucitar la Reforma política



Irónico. Al parecer la nueva sede del Senado les quedó chica a los senadores y al personal que labora en la Cámara Alta. Pero a la inversa de la construcción millonaria, más de 2 300 millones de pesos, el país parece quedarles grande. Las decisiones que ahí se toman, pero sobre todo las que se dejan de tomar, podrían proyectar un país distinto al que ahora tenemos. Me refiero desde luego al entramado institucional que sostiene al Estado Mexicano. Desde hace tiempo que se acusa una profunda crisis de legitimad en los actores políticos claves del país. Y legitimidad no sólo se refiere al voto y a la representación popular, sino a la calidad posterior en el uso del poder. Con facilidad tenemos actores políticos que emanan de los ciudadanos para luego desentenderse de ellos. Piense en su diputado o en su senador. Hay de por medio un voto, pero no hay de en el camino ningún mecanismo de responsabilidad de cara a los representados. El esquema funciona así: yo gano una elección, provengo del voto de los ciudadanos, pero no hay nada de fondo que me ligue a ellos después. Ni mi trabajo, ni la vista al distrito. Nada, porque al final se responde al partido o al grupo.  Al no haber incentivos, la responsabilidad se vuelve ambigua.
Pero ese esquema es sólo una dimensión de la reforma del poder. Todo parece indicar que algunos aspectos de la reforma política propuesta en 2009 por el presidente Felipe Calderón, van avanzando esta semana en el Senado. Candidaturas independientes, reelección de legisladores, iniciativa ciudadana y la figura del referéndum son algunos puntos de acuerdo. Se quita de la propuesta, la segunda vuelta electoral en las elecciones presidenciales, reelección de alcaldes, creación de gobierno de coalición, el aumento del porcentaje requerido para registrar un partido, la reducción de Congreso.
Si realmente avanza el acuerdo entre los coordinadores del PRI y del PAN, este se reflejaría en un dictamen que turnarían a fin de mes a la Cámara de Diputados para su discusión, y en dado caso aprobación. Durante el 2010 la propuesta del ejecutivo naufragó y tras la salida del entonces Secretario de Gobernación, quedó huérfana. Ahora la abandera el PRI, en especial Manlio Fabio Beltrones. Se trata sin duda de una noticia importante, pero cuando vemos la cantidad y la relevancia de los temas que se quedan en la mesa, estamos ante políticos demasiado convencionales que le temen pensar en grande. Así como va, es una propuesta de reforma política pequeña, sin grandes miras, sin grandes aspiraciones. ¿Por qué posponer la reelección de diputados hasta el 2015 y la de senadores hasta el 2018?
¡Vaya lección de arquitectura! Los senadores modernizaron notablemente su sede, para lo cual no se escatimaron recursos ni tecnología. Pero al mismo tiempo, esos legisladores son incapaces de modernizar a fondo el vetusto sistema político mexicano. Avanza el tema de la reforma, pero nos quedan a deber.

lunes, 11 de abril de 2011

Bienvenida a Metrolaguna



http://www.metrolaguna.com/
El jueves pasado tuve el honor de colaborar y presentar el arranque de la revista Metrolaguna. La nueva publicación tiene el acierto de promover el análisis, la discusión y sobre todo, la difusión de propuestas para el desarrollo urbano en la Zona Metropolitana de La Laguna (ZML). Por eso pienso que algo alentador hay en el ambiente regional cuando coinciden dos propuestas para la planeación. Por un lado Metrolaguna, un espacio editorial dedicado a temas de planeación,  sustentabilidad y desarrollo económico. Por otro, el anuncio de un Instituto de Planeación y Competitividad para el municipio de Torreón dirigido por Eduardo Holguín (el cual comentaré próximamente).
Es significativo el tema principal con el que abre Metrolaguna: el agua, sus problemáticas y soluciones. El Ing. Luis Alberto Noda Rojas plantea una solución factible de agua potable para la región. Hace una revisión histórica, describe la problemática en el distrito de riego y finalmente propone la construcción de plantas potabilizadoras con agua del río Nazas. Noda Rojas advierte sobre el alto costo de otras propuestas como la de traer agua desde la sierra de Sinaloa (una locura sin duda); o las “soluciones” parciales con la instalación de plantas para eliminar el arsénico.
Sin embargo, me quedo con la siguiente sensación: como sociedad no hemos comprendido la profundidad del desastre ecológico  de haber alterado el curso milenario del Nazas; y ahí sí, ni trasvases de agua de otra cuenca hidrológica, ni filtros, ni potabilizadoras reintegrarán los vasos comunicantes entre aguas superficiales y aguas subterráneas.
Metropolaguna reúne textos del Arq. Mario Múgica, sobre planeación urbana y rescate del centro histórico de Torreón; la arqueóloga Marisol Sala Díaz escribió sobre los mecanismos legales para proteger y conservar el patrimonio de los centros históricos en La Laguna. Con tino nos advierte sobre los casos de Lerdo y Gómez Palacio. 
El Ing. Enrique Rodríguez Martínez tiene a bien reseñarnos la antigua gloria del primer transporte metropolitano en la región: el tranvía eléctrico. La maestra Susana Estens escribe sobre el manejo de escombro y los más de 10 millones de toneladas ¡dentro de la ciudad! El Ing. Gamaliel Ortega Arellano plantea y describe  varias opciones  de comunicación vial para la ZML, aunque nos debe en su opción vehicular, la integración de ciclistas y peatones. El Lic. Oscar Rodríguez Chacón retoma los resultados más actuales del Censo 2010 y nos ofrece de manera comparativa las pirámides demográficas de Torreón, Gómez Palacio, Lerdo y Matamoros.
La última sección de la revista nos llama a la dignidad y el orgullo que pueden retomar nuestros centros históricos. Me faltan comentarios, sé que soy injusto, pero el espacio demanda brevedad. No me queda más que dar la bienvenida a Metrolaguna. Un abrazo a su director, el Ing. Mario A. Cruz García de Alba y a todas las personas que están detrás de la revista.

10 de abril 2011
Milenio http://impreso.milenio.com/node/8941364

sábado, 9 de abril de 2011

Cabilderos


Entre las múltiples definiciones de política hay una propuesta del notable politólogo norteamericano Harold Laswell: ¿Quién obtiene qué, cuándo, cómo? La definición de Lasswell resulta muy útil y vigente para comprender la actividad política detrás de los cuerpos legislativos. Llámese cámaras de diputados, congresos, parlamentos, cabildos. Diferentes individuos o grupos de la sociedad han recurrido a los legisladores para incidir en las decisiones públicas. Las gestiones a veces  resultan exitosas, otras simplemente se estancan. 
Pero si los estudios de opinión demuestran que los legisladores mexicanos están mal calificados, incluso por debajo de las policías, también tenemos pocos ciudadanos que recurren a los legisladores para resolver problemáticas. La cifra de la desconfianza es escandalosa,  pero no lo es menos, la indiferencia de los ciudadanos hacia sus legisladores.

Hay una pequeña minoría que sí recurre a los diputados para realizar gestiones de toda índole, en especial grupos y empresas con intereses bien definidos. El impacto de ese cabildeo llega a la vida pública a través de una ley, un acuerdo o sencillamente en el freno a una iniciativa. Recientemente ante la discusión por la venta de comida “chatarra” en las escuelas, las empresas interesadas cabildearon fuertemente a fin de evitar mayores restricciones. Por otro lado, hay casos positivos para la sociedad, como el lobbying de un grupo de ciudadanos afectados por el secuestro. La negociación derivó en reformas importantes para la Ley del secuestro. 

Tradicionalmente el llamado lobbying no ha estado regulado y por lo tanto, se hace de facto. Sin embargo, esta semana esa regla no escrita ya cambió en la Cámara de diputados. La reforma al Reglamento interno incluyó la figura del cabildeo, la cual implica que esta semana inició la integración de un padrón de 564 cabilderos que representan a empresas refresqueras, bancos, aseguradoras, la Cigarrera Philip Morris, Coparmex, consultoras políticas, maquiladoras y también asociaciones civiles. 

De esa manera se transparentará por primera vez el padrón de los cabilderos en el Congreso, los cuales portarán un tarjetón de identificación, pero además, los documentos de la negociación se publicarán en la página de la Cámara para su consulta pública. 

Sin embargo, la reforma excluyó auténticas sanciones para aquellos negociadores que incurran en sobornos en su afán por influir en la toma de decisiones. Lo más restrictivo quedó en la baja del padrón a quienes proporcionen información falsa. 

En Estados Unidos el lobbying está regulado desde 1995. En 2007 hicieron una reforma más restrictiva donde incluyeron sanciones de 200 mil dólares y hasta 5 años de cárcel para los negociadores que entreguen regalos o paguen viajes a los congresistas. El caso del cabildero republicano Jack Abramoff es un ejemplo de las sanciones (en 2010 la película Casino Jack interpretada por Kevin Spacey presentó su historia).
En México faltan sanciones significativas, pero hay que reconocer que el primer paso ya se dio. Y esto sin duda, es positivo para nuestra vida pública
8 de abril 2011

jueves, 7 de abril de 2011

El mundo ya no es digno de la palabra


Después de la Segunda Guerra mundial y el horror del Holocausto, el filósofo alemán Theodor Adorno expresó, si de alguna manera podía expresarse, su conmoción ante la barbarie: ¿Se puede hacer poesía después de Auschwitz? Para el filósofo la barbarie había cancelado esa posibilidad porque la palabra ya no tenía sentido. En respuesta, el poeta Paul Celan afirmó con su obra un espacio de libertad. Muchos años después Richard Exner, otro poeta alemán, nos recordó que “a pesar de Aschwitz no se puede matar a la historia”. De ese tamaño fue la herida en países enteros.
Por eso, la tragedia del poeta Javier Sicilia nos recuerda en nuestra circunstancia nacional lo indecible de la violencia, el sinsentido de la barbarie. No hay palabras después del asesinato de los jóvenes en Morelos, de la misma manera que ha sucedido en otras ciudades, y eso lo sabemos bien los laguneros.
 En su trayecto de Filipinas a México luego de recibir la terrible noticia, Sicilia escribió: 
"El mundo ya no es digno de la palabra / Nos la ahogaron adentro / Como te asfixiaron / Como te (desgarraron) a tí los pulmones / Y el dolor no se me aparta / Sólo queda un mundo / Por el silencio de los justos / Sólo por tu silencio/ Y por mi silencio / Juanelo".
El asesinato de los jóvenes en Morelos no es un asunto local, por eso las expresiones de Sicilia evidencian el hartazgo generalizado, pero sobre todo el peligro que se incuba desde hace años en el país. En su carta abierta los políticos y criminales el poeta resume: “Estamos hasta la madre de ustedes, políticos –y cuando digo políticos no me refiero a ninguno en particular, sino a una buena parte de ustedes, incluyendo a quienes componen los partidos–, porque en sus luchas por el poder han desgarrado el tejido de la nación, porque en medio de esta guerra mal planteada, mal hecha, mal dirigida, de esta guerra que ha puesto al país en estado de emergencia, han sido incapaces –a causa de sus mezquindades, de sus pugnas, de su miserable grilla, de su lucha por el poder– de crear los consensos que la nación necesita para encontrar la unidad sin la cual este país no tendrá salida; estamos hasta la madre, porque la corrupción de las instituciones judiciales genera la complicidad con el crimen y la impunidad para cometerlo; porque, en medio de esa corrupción que muestra el fracaso del Estado”.
Aunque los partidos y los políticos arrasen en las elecciones, aunque la legitimidad provenga en principio del voto, hay detrás de muchos gobiernos una profunda insatisfacción, rechazo y desconfianza palpable hacia las instituciones. No digo que todas, pero sí las principales de ejercer el gobierno, la seguridad, los servicios.
Estos golpes podrían estar incubando la negación de la política y por lo tanto, la viabilidad de las instituciones democráticas. Las palabras de Sicilia son una desgarradora advertencia

domingo, 3 de abril de 2011

Preguntas para la Zona Metropolitana


Zona Metro, Fuente: Inegi

Con frecuencia se resalta el conflicto, las declaraciones estridentes o las diferencias entre los políticos y sus partidos. Pero el trabajo realizado para lograr primero el reconocimiento de la Zona Metropolitana de La Laguna (ZML), y posteriormente su desarrollo, ha mostrado una razonable trayectoria institucional a manos de diputados del PAN en su momento, y ahora del PRI. También aportaron alcaldes y gobernadores.
Al principio, por allá de 2008, el logro fue gestionar la figura de asociación de municipios a fin de encontrar un lugar en el presupuesto de las Zonas Metro en el país. Para sorpresa de muchos y escepticismo de otros la figura avanzó y el proyecto encontró buen cauce. Desde entonces millones empezaron a fluir y pronto se buscó qué hacer con aquel presupuesto de 250 millones en 2009. Lo previsible fue destinar los recursos a obras públicas, principalmente  viales. No había un propósito claro, aunque sí recursos para hacer.

A finales de 2008 le pregunté al entonces alcalde de Torreón cuáles eran los proyectos para ZML, pero me contestó que todavía no se tenían definidos. Las obras vinieron sobre la marcha. ¿Cuál era el plan? Seguramente “mejorar la región”, pero no había metas, propósitos y mucho menos indicadores. Las partes no necesariamente hacen el conjunto. Y si no, las obras aisladas de un lado y de otro aportaron a localidad, pero no al sentido de región. 
Por eso la elaboración de un Plan Rector de la ZML (2011), será revelador del sentido y sobre todo, de la visión concreta y particular sobre el rumbo a seguir. Porque el desarrollo de la ZML no sólo es un asunto de presupuesto, sino la factibilidad de impactar en el desarrollo y la calidad de la región. Para el Secretario de Desarrollo Regional en La Laguna, Miguel Riquelme, las inversiones de la ZML estarían detonando en los próximos tres o cuatro años. ¿Lo podremos medir a través del Plan?
Es costumbre, por estar inmersos en una dinámica local, solo vernos a nosotros mismos, pero la realidad es más amplia que el “nosotros”. Así, en los últimos años la región ha perdido competitividad en los indicadores nacionales. Esta semana se publicó uno de esos indicadores que mide competencia, fortalezas y debilidades entre las ciudades mexicanas. Destacan en los primeros lugares el Valle de México, Monterrey, Cancún, Tijuana y Chihuahua. La Laguna se queda debajo de la media tabla. ¿Hasta qué punto los esfuerzos de la ZML nos permiten como región mejorar?   
Estoy convencido que la ZML puede ser una palanca para el desarrollo, pero también estoy cierto que si esos presupuestos no van asociados de fondo a una evaluación, estaríamos ante una situación de “obesidad”, más que de crecimiento.

Marcador Twitter

Twitter es un breviario para la comunicación, también puede ser una referencia electoral dentro de un conjunto de variables. Desde hace tiempo que sigo a los candidatos del Estado de México. Antes de la designación por unidad, ahora se le conoce así al “dedazo”, Eruviel Ávila apenas si rebasaba los 900 seguidores. Al definirse su candidatura, los seguidores se triplicaron en un par de días.  En contraparte, Luis Felipe Bravo Mena casi ni se movió.  Y Alejandro Encinas empata a Eruviel. ¡Hagan sus apuestas!

viernes, 1 de abril de 2011

¿Para qué queremos ganar?


Fuente: El Universal
Lejos de ser trivial, la pregunta resulta provocadora de cara a las elecciones del 2012. Pero no voy a hablar desde el futurismo político, el cual resulta tan impreciso como las mencionadas predicciones de candidatos priistas para el Estado de México.
Más bien retomo la pregunta que hace unos días lanzó el senador Manlio Fabio Beltrones, durante la conferencia “Las reformas necesarias”, que impartió en la Universidad Anáhuac. Le preguntaron  sobre sus aspiraciones a la presidencia, a lo cual contestó a su vez: “esperaría agotar primero para qué queremos ganar las elecciones y a esa discusión estoy apuntado de antemano. Quiero platicar, discutir, acordar dentro del PRI, lo que puede ser un gran programa de gobierno, que ponga orden y rumbo a México, y, después, seleccionar al candidato con quien habremos de competir en las elecciones de 2012”.
Dada la tendencia registrada en los últimos años para los comicios federales y estatales, está claro que el PRI tiene amplias posibilidades de recuperar el poder en el 2012. Pero si regresamos a la pregunta de Beltrones, veremos en realidad que ésta no sólo se aplica al PRI, sino al conjunto de los partidos, en especial el PAN y el PRD, porque de ahí para abajo, el resto  parecen sucursales familiares.
¿Para qué quieren el poder? A simple vista la pregunta parece meramente retórica y por lo mismo, no hay actor político que no declare buenas intenciones y mejores deseos. Pero en la práctica, si lo abordamos desde la realpolitik, encontramos algunas prácticas que se repiten. Resumo tres: a) el poder emana de los ciudadanos para luego desentenderse de estos; b) el poder público ejercido con fines privados; c) el poder como fuente de riqueza económica.
Puede ser que detrás de la aspiración al poder, existan sentimientos de bondad hacia sociedad, pero no es difícil reconocer que detrás de la obra pública se multiplican jugosos negocios. Así, más que diputarse la producción nacional de la pobreza, no veo a los actores políticos compitiendo por los mejores resultados. Porque la mediocridad de la economía mexicana trasciende al PRI y al PAN. No hemos crecido lo suficiente para generalizar la riqueza y la deuda política de la alternancia continúa. Reformulemos la pregunta: ¿Para eso querían el poder?
Dentro de todo, me alienta saber que después de una durísima disputa por el poder, dos actores políticos podrían romper con el paradigma tradicional de la política en México. El gobernador priista electo de Hidalgo, José Francisco Olvera Ruiz y la aguerrida ex candidata panista a la gubernatura de esa entidad, Xóchitl Gálvez, hicieron de lado sus diferencias, ¡y vaya que las hubo!, para anunciar una agenda de trabajo en torno a tres temas integrados al Plan de Desarrollo: trasparencia; desarrollo tecnológico e impulso a un sistema de educación intercultural. Con sus diferencias Olvera tendrá a una formidable crítica y colaboradora independiente de su gobierno. Por su lado, Gálvez podrá empujar la calidad y la vigilancia del gobierno. ¿Será posible? Por lo pronto, el primer paso ya lo dieron. 
1 de abril 2011