jueves, 1 de junio de 2017

El día en que Torreón despertó



Para Sergio A. Corona Páez

¡Fuera Peña, fuera Peña, fuera Peña! Así gritaron fuerte y claro los ciudadanos en las calles de Torreón. La marcha del domingo cinco de febrero, fue una marcha de la dignidad. Un grito de ya basta contra la corrupción y la impunidad. Como hace años no veíamos, los laguneros tomaron las calles. Hartos, protestaron de manera pacífica y ordena.
Desde meses atrás el ambiente está crispado y hay notable malestar de los ciudadanos no sólo en la región, también el país. Como nunca antes, el Estado mexicano se ha vuelto por y para la corrupción. Ese mismo estado protege y alienta la impunidad del presidente de la república, gobernadores y autoridades locales, sin distingo de colores partidistas. La historia ya la conocemos, y casi no hay semana, en que no sepamos del saqueo que hacen políticos y funcionarios por todos lados en el país.  Por supuesto, en absoluta impunidad, sin que nada pase. La corrupción es el telón de fondo, y el gasolinazo dio pretexto a las clases medias para participar e involucrarse en la política. Dicho de otra manera, las condiciones para la alternancia están dadas. Viene un voto de castigo y una alta participación de sectores que tradicionalmente son apáticos a la política y las elecciones. Nada más complaciente al poder, que la indiferencia. 
Por lo mismo, fue notable la convocatoria que organizó un amplio y plural frente ciudadano de organizaciones civiles en la ciudad. Mientras caminábamos por la avenida Juárez, fue vibrante ver cómo los ciudadanos cantaban el himno nacional, a la vez que portaban banderas de México y pancartas contra la cleptocracia que gobierna. Pocas veces vemos convocatorias que reúnen a miles de ciudadanos en la protesta. Más de cuatro mil, según reportaron algunos medios. De manera libre, voluntaria, la marcha reflejó el valor de la unidad.
A diferencia de hace varios años, cuando la violencia y la inseguridad replegaron a los ciudadanos a piedra y lodo, hoy vencieron el miedo, y sobre todo, la indiferencia. De esa manera, cada grano de arena suma. Se pide a gritos un cambio que venga de abajo hacia arriba. Eran las 10 de la mañana y llegaron docenas de ciudadanos. Al principio parecían pocos. Luego se sumaron cientos, y finalmente, se reunieron varios miles. Fue impresionante para lo que tradicionalmente ocurre en esta parte del Norte. Sin duda, Torreón contrasta al resto de Coahuila.
Una mañana cálida. La marcha transcurre rumbo a la plaza mayor, mientras se escucharon con fuerza las voces de la multitud: “Moreira bandido, el pueblo está ofendido”.  En el camino, también se escuchó: “A ti que estás mirando, también te están robando”. Hace veinte años, hablar de transparencia era una rareza, una mención entre académicos. Pero justo hace dos décadas, en 1995, un grupo de valerosas mujeres (Mujeres por Torreón), salió a protestar, cacerola en mano, para exigir transparencia al gobierno municipal. Al poco tiempo catalizaron la caída del alcalde de triste memoria, Mariano López Mercado. Lo que vino luego fue la alternancia histórica. Dos décadas después se vuelven a juntar peligrosamente crisis económica con crisis política. Súmele a eso ausencia de liderazgo y credibilidad. Esa mezcla provocará una segunda oleada de alternancia en el país, incluyendo las elecciones locales en Coahuila para el próximo mes de junio. Cuando el contingente llegó a la plaza mayor, circularon volantes con los señalamientos y propuestas de un valiente grupo en la ciudad: Participación Ciudadana 29, el cual lideran notablemente mujeres. El conjunto de organizaciones no sólo exigieron transparencia, sino rendición de cuentas. El otro punto de la exigencia fue la participación de los ciudadanos en las decisiones del gobierno. Ahí sonó fuerte el hartazgo contra políticas unilaterales y gastos superfluos al estilo teleférico.
El domingo 5 de febrero fue un día histórico. No sólo por la conmemoración del centenario de la constitución de 1917, sino por la protesta profundamente simbólica contra la corrupción y la impunidad, es decir, todo lo contrario a los valores de la Carta Magna. Al centro de la plaza, ondea la monumental bandera de México, mientras los ciudadanos toman el espacio. Al fondo el edificio de la presidencia municipal. Los ciudadanos corean alto y claro: “Ahí están, esos son, lo que roban la nación”.

A punto del medio día, el discurso final lo pronunció Patricia Vargas, quien es la presidenta de PC 29. Escuchemos sus palabras: “hoy es un día de fiesta, hoy le decimos a los gobernantes que ya basta”. Tras la manifestación, quedó una sensación de esperanza por las cosas que tienen que cambiar. El día de la marcha será recordado, como el día en que Torreón despertó.
8 de febrero 2017